CEO papa Francisco: lecciones de liderazgo

La semana pasada comenzó la gira del Papa Francisco por EE.UU. Como CEO de la Iglesia católica, es el líder espiritual de 1200 millones de personas (127 en Brasil, 38 en Colombia y 35 en España), siendo la principal rama del cristianismo y, como religión conjunta, la principal fe del mundo.

En su nombramiento, la más antigua multinacional estaba en crisis. Los competidores protestantes estaban robando cuota de mercado en Iberoamérica. Los escándalos ahuyentaban a los clientes y desmoralizaban a la fuerza de ventas. El reclutamiento era difícil, a pesar de la oferta de empleo vitalicio. Las finanzas eran malas. ¿Cómo ha conseguido un argentino septuagenario reactivar uno de los equipos más grandes del mundo?

Ha vuelto a centrar la organización en una misión: ayudar a los pobres. Abandonó los apartamentos papales por una pensión que comparte con 50 sacerdotes. Tomó el nombre de un santo famoso por el cuidado de los desfavorecidos y de los animales. Ha lavado y besado los pies de reclusos. Se deshizo de las capas del Renacimiento, cambió los zapatos rojos por unos humildes negros e ignoró su Mercedes por un Ford básico. Este enfoque ha permitido gastar menos en disputas doctrinales o en elaboradas ceremonias.

También empleó el reposicionamiento de marca. Apoya la enseñanza tradicional pero de forma más tolerante: «¿Quién soy yo para juzgar?», dijo cuando se le preguntó por los homosexuales. También ha facilitado el proceso de nulidad del matrimonio.

Sus acciones le han dado reputación de gran reformador y proporciona lecciones para los líderes:

– No tener miedo a romper con el pasado pero aceptar que el cambio lleva tiempo. Francisco está llevando a la Iglesia a encontrar un nuevo equilibrio. Había obsesión con el dogma. Era el momento del cambio para centrarse en el verdadero sentido de ser católico: el amor y la compasión por los demás. «Muchos piensan que las reformas pueden darse en un tiempo corto. Creo que necesitamos tiempo para sentar las bases de un cambio real y efectivo», dijo en una entrevista.

– Establecer alianzas. El papa suele mencionar a Pedro Faber, uno de los primeros sacerdotes jesuitas. De él admiraba «el diálogo con todos incluso con sus oponentes». En sus reformas ha aplicado este enfoque eligiendo personas de todo el espectro filosófico y político, incluso de la línea dura, como Gerhard Müller.

– Buscar el consejo de los expertos. Francisco está interesado en el cambio climático y cómo afecta a los más vulnerables. Meses antes de publicar Laudato Si, consultó a expertos como Schellnhuber, fundador del Instituto Potsdam. Esta investigación significaba que mientras la gente podría estar en desacuerdo con su opinión, era más difícil no estar de acuerdo con los estudios que utilizó.

– Tener una misión. Las empresas más exitosas se dejan llevar por un propósito más elevado. Según Gallup, a estas organizaciones les resulta más fácil retener al personal, y como resultado, sus equipos son más productivos. Un estudio de Deloitte confirma esta tendencia: el 50% de los jóvenes aceptaría una reducción salarial por un trabajo acorde con sus valores y el 90% quiere usar sus habilidades para el bien. Francisco ha hablado en ocasiones sobre los peligros del «capitalismo salvaje» y ha hecho hincapié en algo que los líderes deben saber: hay algo más en los negocios que sólo hacer dinero.