¿Sabes romper el hielo?

Cuando se pregunta «¿cómo estás?», la persona que pregunta realmente no quiere saberlo y la persona que responde no dice la verdad. Lo que sigue es una oportunidad perdida y un intercambio sin sentido con conexión cero.

Sin embargo, según Harvard, la clave para sacar el máximo provecho de una pequeña charla es simplemente hacer preguntas de seguimiento (también conocidas como preguntas distintas de «¿cómo estás?» o «¿qué haces?»): el interrogado percibe que la otra persona es mucho más agradable.

Cuando se instruye a las personas para que hagan más y mejores preguntas, se las percibe como de mayor sensibilidad e interés: es una construcción interpersonal que capta la escucha, la comprensión, la validación y la atención.

Entonces, ¿cómo te conviertes en una persona carismática? Depende de la pregunta con la que comiences para poder concentrarte después en el flujo de preguntas de seguimiento. Según la CNBC, hay tácticas para tener una conversación significativa:

1. Comienza con una pregunta que tenga autenticidad, conexión y que dé una idea de quién eres.

2. El respaldo para mucha gente es como el noticiario: tráfico, deportes, clima, etc. Hay algunas excepciones como un interés real o una pasión compartida. Pero trata de ir más allá de esos clichés hacia cosas más importantes y personales.

3. Abre los ojos antes de abrir la boca. Encuentra algo en lo que concentrarte en tu entorno, como un cuadro, un artilugio peculiar o una foto familiar. Es probable que haya algo que provoque una pequeña charla y ayude a llevar la conversación a preguntas de seguimiento únicas.

4. Si tienes noticias, compártelas: «adopté un perrito el fin de semana» o «mi hijo montó en bicicleta por primera vez ayer». Lo creas o no, la mayoría de la gente realmente quiere saber más sobre los demás, especialmente si trabajan en la misma compañía.

Si eres nuevo en una empresa y diriges un equipo, por ejemplo, comienza la primera reunión pidiendo a cada persona que cuente algo que le haya sucedido recientemente en su vida. Como resultado de ese intercambio momentáneo, has permitido que todos se sientan más personales y genuinamente conectados entre sí. El objetivo es ser genuino y no simplemente inventar algo. De lo contrario, corres el riesgo de no saber responder con preguntas de seguimiento.

5. Habla rápido. Ya sea que te reúnas en persona o tengas una teleconferencia, habla pronto. Si esperas, probablemente sucederán dos cosas: otra persona hará el comentario que deseas hacer y tus colegas más comunicativos se harán cargo de sus propias preguntas de seguimiento. Te perderás en el diálogo y perderás tu oportunidad.

6. No importa qué digas o cuánto digas: tu tono de voz, expresión facial y contacto visual transmitirán mucho más. En persona, mira a la otra persona a los ojos cuando hablas. En el teléfono, sonríe: hará que tu voz suene más cálida. No es sólo lo que dices, sino cómo lo dices, lo que ayudará a otros a conectarse contigo.

7. Haz de pivote. Aquí es donde la pequeña conversación va al siguiente nivel, a medida que se pasa a hablar del tema en cuestión. Si la conversación ya está fluyendo, estarás sincronizado. Luego puedes pasar a una discusión más significativa que muestre tu conocimiento, contribución y confianza.

Para los introvertidos, una pequeña conversación puede ser dolorosa. Pero si no dices nada en esos momentos antes de que comience una reunión o cuando estás con tu jefe en el ascensor, corres el riesgo de volverte invisible.

Primero, date un descanso. Casi todos se sienten intimidados por los demás, pero respira hondo y habla de todos modos. Cuando hagas un esfuerzo por hablar, los demás te escucharán y se conectarán contigo.

1 comentario de “¿Sabes romper el hielo?”

  1. Tienes toda la razón amigo buen artículo.
    No se si has escrito algún artículo sobre el exceso de confianza y la gente que lo ve todo bien, si es así dime cuál y sino pues cuando lo hagas me dices.
    Un abrazo

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