Desde 2018, la pena capital ha sido abolida en todos los países europeos, excepto en Bielorrusia y Rusia. Sin embargo, Rusia impuso una moratoria a esta forma de castigo en 1999, convirtiendo a Bielorrusia en el único país europeo donde la pena de muerte se sigue utilizando.
El mapa de Jakub Marian muestra el último año en que se llevó a cabo una ejecución como forma de castigo por un delito no militar y no relacionado con la guerra, junto con el método utilizado.
El caso de España (1972 en el mapa) es complejo. Hubo ocho personas más ejecutadas en 1974 y 1975 sentenciadas por crímenes militares (asesinatos de policías y miembros de la Guardia Civil), pero esta clasificación es cuestionable para algunos.