Diversas investigaciones han demostrado que los más ricos tienden a hacer ejercicio regularmente, mantener una dieta saludable, ahorrar un 10% o más de sus ingresos, leer libros y administrar su tiempo sabiamente.
Pero el hábito más importante y más ignorado es su compromiso de forjar relaciones valiosas con la gente que aspiran a ser: personas positivas y con mentalidad de éxito.
“Eres con quien te asocias” es la conclusión de Tom Corley en su estudio Rich habits, donde pasó cinco años analizando las actividades diarias y rasgos de 233 personas adineradas (con al menos $160.000 de ingresos brutos anuales y 3,2 millones de dólares de patrimonio neto) y 128 individuos de bajos ingresos (pero con al menos $35.000 de ingresos brutos anuales y $5000 de patrimonio neto).
La naturaleza humana nos incita a asociarnos con personas de ideas afines con las que nos sentimos cómodos. Sin embargo, los ultrarricos son mucho más selectivos. Casi todos los millonarios entrevistados dijeron que una de sus prioridades era cultivar relaciones ricas y evitar las tóxicas.
Las relaciones ricas se refieren a la mentalidad, no al dinero. En otras palabras, las personas que contribuyen a relaciones ricas no necesariamente tienen grandes cuentas bancarias (aunque sí saben cómo ahorrar y no gastan imprudentemente), pero todas tienen metas y aspiraciones elevadas.
Aquéllos con una actitud positiva están mejor capacitados para mantenerse enfocados en encontrar soluciones. La negatividad te convierte en un buscador de problemas. Como decía Hellen Keller: “El optimismo es la fe que lleva al éxito. Nada puede lograrse sin esperanza ni confianza”.
Según Corley, las personas que contribuyen a relaciones ricas tienen varios de los siguientes rasgos:
- Perspectiva mental positiva: aportan energía, son todo lo contrario de los deprimentes.
- Gratitud: son agradecidos y se centran en lo que tienen, no en lo que otros tienen.
- Actitud alentadora: inspiran y motivan a otros a perseguir sus sueños.
- Ética del trabajo duro: toman medidas sobre sus objetivos y nunca renuncian.
- Orientación a la salud: dedican tiempo a cuidar su estado físico y mental.
- Humildad: ven el egoísmo como una deficiencia.
- Perspectiva de futuro: invierten en sí mismos y a largo plazo, en lugar de buscar una gratificación instantánea.
- Apertura a comentarios y críticas.
- Lealtad: son confiables y responsables.
- Autenticidad: no pretenden ser alguien que no son. Esto es así porque les gusta quiénes son.
- Influencia: tienen cierto grado de poder o reconocimiento en su ámbito de trabajo. Pueden abrir puertas.
- Curiosidad: buscan mejorar sus conocimientos y habilidades en temas sobre los que quieren aprender más.
Asegurarse de que una relación prospere requiere mucho trabajo y compromiso. Éstas son las cosas más comunes que los millonarios hechos a sí mismos hacen para profundizar y mantener sus relaciones:
- Llamar para saludar simplemente: las personas se relajan, lo agradecen y se abren.
- Felicitar el cumpleaños: haces ver que esa persona es importante para ti.
- Contactar en eventos vitales: tener un bebé, casarse, experimentar el fallecimiento de un familiar. Aquéllos a quienes te acerques nunca olvidarán un gesto tan amable y reflexivo.
- Networking: participar o dirigir organizaciones empresariales o sin ánimo de lucro es fundamental para el éxito. Así es como conoces a personas influyentes.