Las elecciones de un país o las competiciones de startups por conseguir financiación no se deciden únicamente por el lenguaje corporal. Sin embargo, el tipo adecuado de comunicación no verbal sí está correlacionado con el éxito.
Según Kasia Wezowski (Harvard Business Review), durante las elecciones presidenciales de Estados Unidos de 2012 se realizó una encuesta en línea en la que mil participantes –tanto demócratas como republicanos– vieron cortes de vídeo de dos minutos de duración protagonizados por Barack Obama y Mitt Romney. En los vídeos, los entonces candidatos presentaban durante sus actos de campaña contenidos y mensajes tanto neutrales como emocionales. Unas cámaras grabaron las expresiones faciales de los espectadores. Después, las analizaron en busca de seis emociones claves identificadas por la investigación en psicología: alegría, sorpresa, miedo, asco, enfado y tristeza. Las codificaron según el sentimiento detrás de la emoción (positivo o negativo) y la fuerza con la que parecía expresarse.
Este análisis demostró que Obama generaba respuestas emocionales más intensas y menos negativas que Romney. Incluso un porcentaje importante de republicanos –el 16 %– reaccionó de manera negativa frente a Romney. Cuando analizaron el lenguaje corporal de los candidatos, encontraron que Barack Obama adoptaba posturas abiertas con seguridad y confianza que concordaban con su discurso. Romney, en cambio, a menudo enviaba señales negativas, lo que debilitaba la fuerza de su mensaje con expresiones faciales y movimientos contradictorios que confundían.
La caja: al inicio de la carrera política de Bill Clinton, éste enfatizaba sus discursos con grandes gestos expansivos que le hacían parecer poco fiable. Para ayudarle a mantener su lenguaje corporal bajo control, sus asesores le enseñaron a imaginar una caja a la altura del pecho y el abdomen para contener sus movimientos dentro de ella. Desde entonces, «la caja Clinton» se ha convertido en un término popular.
La pelota: gesticular como si se sujetara una pelota de baloncesto entre las manos es un indicador de confianza y control, como si usted tuviese literalmente todos los hechos entre manos. Steve Jobs empleaba esta postura a menudo durante sus discursos.
Piernas separadas: la forma de estar de pie de una persona suele indicar en buena medida su mentalidad. Cuando una persona adopta esta postura firme y estable, con los pies separados y aproximadamente a la misma distancia que separa sus hombros, envía la señal de que siente que tiene el control.
Palmas arriba: este gesto indica una actitud abierta y sincera. Oprah Winfrey recurre mucho a él durante sus discursos. Winfrey es una figura poderosa e influyente, pero también indica estar dispuesta a conectar de manera sincera con las personas con las que habla, ya sea una persona concreta o un público de miles de personas.
Palmas abajo: el movimiento contrario también puede valorarse de forma positiva, como una señal de fuerza, autoridad y firmeza. Barack Obama lo ha empleado a menudo para tranquilizar al público justo después de una intervención apasionada.
La próxima vez que usted dé una presentación, intente que alguien la grabe y después estudie el vídeo sin sonido. Fíjese únicamente en su lenguaje corporal. ¿Qué postura tenía? ¿Cómo gesticulaba? ¿Utilizó algunas de las posturas y gestos anteriores? Si la respuesta es no, piense en cómo podría hacerlo la próxima vez que se encuentre delante de un público, o incluso cuando hable con su jefe o un cliente importante.
La comunicación no verbal no va a determinar necesariamente su éxito o fracaso como líder, pero sí puede ayudarlo a conseguir mejores resultados.