Si aspiras a tener éxito como empresario, gerente o cualquier tipo de líder, los demás deben sentirse leales a ti. La gente exitosa siempre busca la oportunidad de ayudar a los demás. La gente que fracasa siempre pregunta: ¿y yo qué gano?
Aunque el dinero es visto como el primer motivador, los bonus que tiene una empresa en conjunto son psicológicos. Los datos analizados indican que la lealtad es de las principales cosas que hacen que los trabajadores se sientan satisfechos.
La lealtad equilibra el interés propio. Es la voluntad de mirar hacia fuera por «nosotros» y no sólo por «mí». El vínculo de la lealtad se ha desgastado en momentos de despidos y pérdida de beneficios. Se ha construido una imagen pública de oposición entre los interlocutores sociales donde la ventaja se ha desplazado hacia empresarios y directivos. Siempre y cuando los beneficios sigan llegando, se pasa por alto la lealtad. Se presupone que los trabajadores están desesperados por un trabajo como para quejarse.
Tiene una opción para hacer frente a esta triste situación. ¿Va a unirse a la tendencia y olvidar la lealtad o va a reconstruirla? La pregunta no se aplica sólo a los gestores. Las empresas desarrollan una cultura. Su actitud afecta al ambiente en que trabaja, no importa en donde esté en el organigrama. Si elige ayudar a reconstruir la lealtad, he aquí algunas sugerencias:
1. Absténgase de la deslealtad, que se muestra en pequeñas pero eficaces formas. El chisme de la oficina, la difamación, y difundiendo rumores, porque degradan el sentido de unión.
2. Trabaje la vinculación y cooperación. Sea comprensivo y abierto con las personas con que trabaja. Apoye los proyectos que son buenos para todos, incluso si no se ganan recompensas materiales inmediatas.
3. Respete la diferencia entre rivales y competidores. El hecho de que esté compitiendo con otros en el trabajo no los hace rivales. La rivalidad es hostil e implica que sólo una persona puede ganar. La competencia sube el listón para que todo el equipo pueda ganar.
4. Preste atención a los detalles personales. La lealtad es muy fuerte cuando una persona se siente atendida y comprendida. Haga un esfuerzo por incluir a todos. Cuando se estén discutiendo ideas, que quede claro que cada sugerencia es bienvenida. Si la idea favorita de alguien es rechazada, obsérvelo después y escuche con respeto lo que está detrás de la idea.
5. Comparta su éxito. Incluya a su equipo en los reconocimientos que se presenten. Tenga gestos tangibles: una fiesta o cualquier forma de celebración, ofrezca bonus o regalos como muestras de reconocimiento.
6. No guarde secretos. Haga que el proceso de toma de decisiones sea transparente. Exponga los detalles financieros. En la crisis económica de 2008, algunas pequeñas empresas compartieron sus finanzas con sus trabajadores y con ello ganaron lealtad real. Al ver que la compañía estaba atada de pies y manos, los trabajadores sintieron un incentivo para ser parte de la solución. Ésta es sólo una manera de cerrar la brecha que hace adversarios a gestores y trabajadores, una postura que erosiona gravemente la lealtad.
7. Recuérdese cada día que no hay un «yo» sin «nosotros». Esto le permite ser humilde en sus éxitos y crear una comunidad para las crisis.