La ciudadanía global involucra tres dimensiones: conciencia (de uno mismo y de los demás), responsabilidad y participación. El ciudadano mundial ilustrado entiende que no tiene que haber una tensión entre un sentido nacionalista del deber y una obligación moral con el resto del mundo. Los futuros empleadores exigen cada vez más a los graduados universitarios que cuenten con las llamadas habilidades blandas necesarias para trabajar en entornos globales. España es el país en el que más personas responden que están «fuertemente de acuerdo» en que se consideran ciudadanos globales (45%). Fuente: BBC.